He podido aprender con el transcurso de los semestres que terapia física
no solo se trata de estar metida en un consultorio o en un hospital sino que va
mucho más allá de eso, es interactuar con toda la comunidad. Todos los martes un grupo de estudiantes de octavo
semestre de terapia física tenemos la gran oportunidad de poder visitar y
trabajar con los abuelitos de la Vicentina, siendo esto un aprender de cada día,
al llegar al lugar de trabajo comenzamos nosotros con la oración, luego realizamos ejercicios de calentamiento y por ultimo realizamos
diferentes tipos de actividades entre esas están bailar, pintar, jugar entre
otras con los abuelitos , sin duda
alguna la reacción que tienen las personas de la tercera edad de la vicentina
al vernos y al estar con ellos es inexplicable,
la alegría que ellos producen en mi han hecho de cada uno de los martes una
experiencia increíble, es fácil darse cuenta de el cariño que rodea la sala
donde compartimos momentos hermosos con ellos, es inevitable sentir el ambiente de diversión, alegría, enseñanza
que se crea siendo esto un ascender diario en mi vida profesional y personal, sin duda alguna ellos nos demuestran que llevan un niño por
dentro.
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